El 7 de abril se celebró el Día Mundial de la Salud, y los bosques juegan un papel muy importante dentro de este día. La Organización Mundial de la Salud define la salud de los seres humanos como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Los bosques, además de ser un excelente antídoto contra el estrés, reforzar el sistema inmunológico, reducir la adrenalina y la tensión arterial, y de mejorar el estado de la salud de las personas en general; también son el hogar de numerosas plantas, frutas, nueces, semillas, insectos y animales que la gente utiliza como alimento y medicina. Además, los animales e insectos que habitan los bosques controlan las plagas, evitando así la propagación de enfermedades.
Existen diversas plantas dentro de los bosques que son la base para la medicina tradicional y de las cuales se extraen componentes y sustancias para los fármacos de la medicina moderna. La pérdida de los bosques representa la pérdida de conocimientos y tradiciones culturales importantes.
Además, los bosques contribuyen a que el ambiente en el que vivimos sea más saludable, ya que absorben la contaminación que se encuentra en el aire, sobre todo en las zonas urbanas, y ayudan a mantener la calidad de los suelos y del agua.
El contacto con los bosques, y la naturaleza en general, nos hace más fuertes, felices y menos propensos a la depresión y ansiedad; así que cuidar, proteger y mantener sanos nuestros bosques, nos mantendrá sanos a nosotros mismos.
