Un porcentaje importante de las personas que viven en las áreas naturales protegidas están en condiciones de pobreza y marginación.

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El marco normativo restringe mucho las posibilidades para que los habitantes puedan aprovechar los recursos naturales. Sin embargo, hay cierto tipo de actividades productivas que son compatibles con la conservación.

 

Estamos convencidos de que, si logramos incrementar el nivel de vida a partir del cuidado de los bosques, las personas que ahí habitan serán guardianes responsables de los recursos naturales.

Nuestro equipo de trabajo está comprometido en desarrollar competencias empresariales en grupos de personas que viven en la Área de Protección de Flora y Fauna Nevado de Toluca, Estado de México; Área de Protección de Flora y Fauna Bosque La Primavera, Jalisco y Parque Nacional Cumbres de Monterrey, Nuevo León.

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Gracias a los esfuerzos de vincular a voluntarios y empresas en la recuperación de zonas degradadas en estas áreas naturales, nos es posible contar con recursos que destinamos para el desarrollo de emprendimientos como la producción de artesanías con hoja de pino (ocochal).